La importancia del mantenimiento y el cepillado en el perro: mucho más que estética
En la peluquería canina nos encontramos muy a menudo con perros que llegan con el manto lleno de nudos, apelmazado y sin mantenimiento. Para muchos propietarios esto puede parecer solo un problema estético, pero la realidad es que un pelaje sin cuidados afecta directamente a la salud y al bienestar del perro.
PELUQUERÍA CANINA
Peluquería Canina Truka
12/21/2025
Este artículo quiere servir tanto para concienciar a los propietarios como para reforzar un mensaje clave entre profesionales: el mantenimiento del manto no es opcional, es una necesidad.
Los nudos no son solo “feos”: son perjudiciales
Cuando el pelo no se cepilla con regularidad, los nudos van cerrándose cada vez más hasta formar placas compactas. Esto provoca:
Irritación y tirantez en la piel
Falta de ventilación, favoreciendo hongos, bacterias y malos olores
Aparición de heridas ocultas bajo el manto
Dolor al moverse o al ser manipulado
Mayor sensibilidad y rechazo al contacto
En muchos casos, el perro lleva tiempo soportando molestias antes de llegar a la peluquería.
Sesiones largas y estresantes: el gran problema
Cuando un perro llega con muchos nudos, la sesión de peluquería se convierte en un proceso largo, incómodo y, en ocasiones, doloroso. Aunque el profesional trabaje con cuidado y experiencia, desanudar un manto muy deteriorado nunca es una experiencia agradable para el animal.
Esto puede provocar:
Estrés elevado
Cansancio extremo
Rechazo a futuras visitas a la peluquería
Miedo o conductas defensivas
Muchos perros que llegan “malos” a la peluquería no lo son: simplemente han tenido malas experiencias previas por falta de mantenimiento.
El cepillado: una rutina básica desde cachorro
El cepillado regular debería formar parte de la rutina del perro desde pequeño, igual que el paseo o la alimentación. No se trata solo de quitar pelo suelto, sino de:
Revisar la piel
Evitar la formación de nudos
Acostumbrar al perro a la manipulación
Crear una experiencia positiva y tranquila
Un cepillado frecuente (adaptado al tipo de manto) hace que las sesiones de peluquería sean más cortas, más agradables y mucho menos estresantes.
¿Y si no hay tiempo para cepillar en casa?
Aquí es donde entra la responsabilidad y la elección consciente. Si un tutor no dispone de tiempo, conocimientos o herramientas para mantener el manto en casa, existen opciones perfectamente válidas:
Visitas más frecuentes a la peluquería solo para mantenimiento
Elegir un corte más corto y cómodo, adaptado al estilo de vida del perro
Pedir asesoramiento profesional sobre el tipo de manto y cuidados reales que necesita.
Un corte práctico y bien mantenido es siempre mejor que un manto largo lleno de nudos.
El bienestar del perro, por encima de todo
Como profesionales y como propietarios, debemos tener claro que el objetivo de la peluquería canina no es solo que el perro “se vea bonito”, sino que se sienta cómodo, sano y tranquilo.
Un buen mantenimiento:
Reduce el estrés
Evita problemas de piel
Mejora la experiencia del perro
Fortalece la relación entre perro, tutor y peluquero
Cuidar el manto es cuidar al perro. Y ese mensaje, cuanto más claro llegue, mejor será la vida de nuestros compañeros de cuatro patas.
